Este pasado sábado se han cumplido cien años de una de las peores tragedias marítimas ocurridas. La noche del 14 de Abril de 1912 el Titanic se hundía en las profundidades del océano Atlántico cobrándose la vida de 1.518 pasajeros.
Desde este humilde Blog un pequeño recuerdo para todas esas personas que murieron y que siguen estando muy presentes aunque pasen los años.
Una tragedia que aún tiene el poder de paralizarnos el corazón y nos enseña que somos simples pasajeros de la vida. No importa ni la posición económica, ni la raza, ni nacionalidad o sexo... Todos somos iguales. Ni el más poderoso termina librándose del juicio final. ¿De qué sirve ser tan ambicioso? Al final, cuando dejamos este mundo, por mucho que tengas, no te llevas nada. Te vas con lo mismo que llegaste.