Algo surrealista...

Tenía que comentar esto, porque aún, después de varios días, me sigo riendo.

Como supongo sucede en la mayoría de lugares, sabréis que están los clubs de tercera edad, donde las personas mayores en años, pero no de espíritu, se reúnen para pasar tardes de recreo, bailes, actividades... pero también excursiones y viajes.

Pues bien, en una salida de fin de semana acompañaba al grupo, una chica de mi edad (más o menos) y yo. Nosotras más que monitoras íbamos porque tenemos algún que otro familiar (abuelitas, tíos abuelos...), y por sí sucedía algo, estar ahí, ya que era en otra isla, pero vamos, que ellos/as se manejan mejor que nosotras que somos veinteañeras.

Un día, después de dar paseos de turismo por la zona algunos de ellos, al regresar para almorzar, comentan que los han invitado muy amablemente a un club o una sala de fiestas por la noche y no sé cuantas cosas más, como querían asistir varios, decidimos la otra muchacha y yo acompañarlos, más que como niñeras, nooo, porque son mayorcitos, pero no inútiles, para despejarnos y divertirnos.

¡Para que fue eso! Guiándonos por las indicaciones, ya que no eramos de allí, llegamos bien entrada la noche a un lugar que... puuff, creo eso parecía una congregación a lo: The fast and the furious Sí, sí, no exagero, tal cual. Así que imaginaros a señores y señoras que en sus vidas se han visto en semejante celebración, donde se podía observar de TODO.

Casi me da algo a mi, pero de la risa que me entró Mientras los pobrecitos míos estaban en pleno shock y escandalizados, yo estaba doblada de dolor muerta de la risa por la situación tan surrealista que tenía ante mi.  Y no, no había probado ni una gota de alcohol, es más, no bebo alcohol, pero el que me veía en tremendo ataque de risotada, hubiese jurado que me habría bebido la barra entera.

Es que muchos, tan dulces y protectores, me han visto crecer desde que era una renacuaja y para ellos, siempre seré una niña en sus ojos, aunque esté más cerca de los treinta que de los veinte. Y me resultaba gracioso como en su afán de "salvarme" del espectáculo me los veía en masa cuidándome. "No mires mi niña"... "Tápate los ojos"...

Cuando exigí hablar con el responsable, un nuevo arranque de risa, al ver como me aseguró que lo sentía, que nos envía a gente para recogernos, que sí nos invitaba a no sé qué... y va una señora y le afloja sonora bofetada: "Pervertido" Debe agradecerme que entre carcajada y carcajada puede amansar a las "fieras" que sí no, se lo comen vivo

Yo sinceramente, me lo pase pipa porque terminé con agujetas esa noche, pero de tanto reírme. Es que era para estar en esa situación. De verdad, no sé como me las arreglo pero termino en cada embrollo, y eso que soy super tranquila, pero oye, debo tener un imán o algo para que me sucedan cosas tan absurdas, hasta en salidas tan inocentes