Sinopsis:
La culpa le impedía lanzarse a los brazos de la pasión…
Lo último que Eliza Lincoln se esperaba era encontrarse a Leo Valente en su puerta. Cuatro años antes, había vivido con él una tórrida aventura, hasta que se vio obligada a confesarle que estaba comprometida...
Pero Leo no había ido a buscarla para reanudar el idilio, sino a proponerle que fuese la niñera de su hija pequeña, ciega y huérfana de madre. Y aunque Eliza no podía rechazar su proposición, temía que el innegable deseo que ardía entre ellos volviera a consumirla. Sobre todo porque en aquella ocasión había mucho más en juego...
*Aviso de Spoilers
Soy una mala sierva, una lacra, una bestia, una mujer cruel... ya lo sé, pero hasta yo tengo mis límites y nunca, NUNCA, podré entender por qué si hasta yo los tengo, ciertas autoras no, y hacen sufrir niños para juntar a los protagonistas de sus novelas… Y lo digo más como lectora (San, me vas a odiar, peeeeero vamos, detesto a los niños, mas si el niño ya existe. No es justo, ¿qué culpa tiene él?)
No, no te mataré Nina, te obligaré a leer más libros con niños en la trama, esa será mí mejor venganza para ti ¡jajaja!
A diferencia de situaciones desesperadas, ahí entiendo un poco el que se junten y encuentren la excusa para follar, acá no hay ninguna, pero ninguna excusa.
Primero los protas tuvieron un romance cuatro años antes, pero se terminó cuando Leo se declaró y le pidió matrimonio a Eliza y esta lo rechazó porque estaba comprometida con otro.
¿En serio? *Ruedo los ojos a lo Anita la Fantástica* ¡jajaja!
No es tan zorra como parece, lo digo antes que las hienas salten y le muerdan el cuello, porque en su lugar yo hubiese hecho lo mismo. El punto es que le ocultó por un mes su situación… Un mes de sexo, quiero decir, por si dudas caben, lo cual dudo, pero no está de más decirlo.
En estos momentos solo con estos datos Nina, entonces, okey, me confieso hiena, y saltaré al cuello a morder, por qué ya me dirás como definimos a una persona que: 1) Engañó a su prometido, y 2) Engañó también a su amante. Porque en ningún momento, y mientras le duraba el sexo, fue sincera con ninguno. Lo siento, pero yo no le veo justificación a esta mujer (personaje) por ningún lado.
El amor, si es que lo hubo, se transformó en amargura, pero Leo encontró reemplazo a los meses, porque preñó a otra y se casó, en ese orden (Soy tan cruda para decirlo, pero con analogías románticas la cosa no me sale: Mamá siéntete orgullosa, esto criaste)
¿Y tardó meses en casarse con otra y dejarla en estado? Yo me hubiese casado al día siguiente. ¡Vamos hombre! Ahora el ruín fue él y ella la pobre víctima. Sigo sin encontrarle "justificación" a esta mujer tan sincera...
Sigamos...
Eliza, cuyo prometido está tretrapléjico (Lo dije ¿ven?...) es una chica humilde que trabaja como maestra de escuela, pero que pasa por un situación muy delicada en su trabajo. El centro educacional cerrará por falta de recursos y los niños perderán la única oportunidad que tienen de educarse.
Y ya con esto la autora medio "salva" la imagen de la protagonista, ¿es eso? Lo sieeentooo, sigo sin ver la excusa por ningún lado.
Leo tuvo un matrimonio muy raro, se casó con una mujer que amaba a otro hombre y que acabó por suicidarse (Mal pie, ¿por qué siempre las autoras matan a las ex’s? Son siempre viudos estos tipos) (En este caso Nina, tal vez se carga a su esposa porque ya tenemos bastante con la primera infidelidad) Leo no ha podido limpiarse de Eliza (ya saben, orgasmos geniales con la novia que lo engañó, malos orgasmos con la esposa y gotas de semen milagrosas que dan resultado a una niña) y cuando se ve sin niñera (como Tomasso, <<Un Príncipe en mí cama de Lucy Monroe>> a ese nivel estamos) piensa en su ex… por qué… por qué… por qué no sé. En serio, ¿por qué?
Quizás se quedó con las ganas de hacer un trío con su ex amante y el prometido de esta. Lo sé, que puñetera soy cuando algo me calienta, y no precisamente de deseo ¡jajaja!
Eliza se preguntaba por qué quería contratarla a ella, precisamente a ella, cuando podía tener a las niñeras más cualificadas del mundo.
Y yo me pregunto sí Baltazar, el negrito de los tres Reyes Magos, es morenito porque ha tomado una ristra de sol o es así de nacimiento.
Ya, díganme, ¿por qué a ella? ¿No hay más? Joder, somos miles de mujeres en este mundo y desparramadas en 5 continentes por lo demás, ¿por qué buscar a la ex? Mi parte malpensada dice que se la quiere sexo… mi parte inocente, también.
Pero la explicación que le da a ella es más Harlequin de lo que mi mente es:
¿Por qué la quería de nuevo en su vida, aun cuando solo fuera una breve temporada? No era muy habitual que un hombre le pidiera a su examante que cuidara a la hija que había tenido con otra mujer. ¿Sería una especie de venganza? Fuera lo que fuera, Leo no se podía imaginar lo doloroso que resultaba para ella.
¡Me parte el corazón! ¿En serio? A ver... déjame pensar... ¿Podría ser un dolor tan similar cómo el que siente otra persona cuando se entera que le han visto la cara de idiota durante semanas? ¿Ese dolor? Sí, pobre Eliza, Leito no puede ni imaginarse lo crudo de su dolor.
En fin... continuemos...
No sé, pero yo me quedo con la mía.
Con una cría ciega el instinto maternal se le despertaría hasta a una coliflor… o así debería ser, porque a mí me baja la ira y la frase que siempre, siempre, se me viene a la cabeza “es tu bastarda, tu problema”
Ya sabes que yo aquí Nina, tengo instinto maternal y siempre, siempre digo, que no necesito parir a un hijo para verlo como tal, o que sea de mí sangre.
Por supuesto sigue siendo innecesario que la cría sea ciega, porque ya suficiente tiene con ser el fallo del método anticonceptivo, que su madre no la quisiera y que el padre en el fondo, no la quiera como debería, porque la ve más como una carga.
Hay pocas cosas que me saquen de quicio más que los niños, pero reconozco que el sexo por lástima es una de ellas, y que un hombre diga que la única vez que se acostó con la otra la embarazó, me hace pensar en tantos matrimonios que tratan de ser padres por mucho tiempo para que a estos los ate un espermatozoide más espabilado… De hecho pienso en el Ruso, pobre hombre <<El Despiadado Ruso de Lynne Graham>>. Bueno, este matrimonio sin amor era una pena, con sexo de sustitución, donde ella pensaba en otro y él, en su ex cuando estaban en la cama ¡Qué bonito!
Tan deprimente cómo que te estés acostando con alguien y al mes te suelte que está con otro.
Y ojito, se lo dice porque Leito se declara, quiere comprometerse, que sí no, está sigue de infiel y de mentirosa. Pero claro, con el novio impedido tiene "excusa". Valiente cobarde.
Y ojito, se lo dice porque Leito se declara, quiere comprometerse, que sí no, está sigue de infiel y de mentirosa. Pero claro, con el novio impedido tiene "excusa". Valiente cobarde.
Bien, la mocosa fue un bebé prematuro y nació con una fibroplasia retrolental, también conocida como retinopatía del prematuro. Qué Dios se aparare de mi alma, porque esto es la materia de embriología que no estudié para el test de hace dos semanas, pero para el que quiera saber esto es un desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo en un bebé prematuro. Y la culpa es de la naturaleza… y en este caso, de la madre. Porque así lo quiso la autora. (Por algo eres mí Wikipedia en medicina, Nina ¡jajaja!)
Los protagonistas tienen un ansia sexual reprimida que me cansó, porque claro, quieren follar y yo soy testigo de sus dudas, de su calentura, de sus juegos, de sus celos, de su rabia, de su pasión y de su amor.
No me dormí, porque tanta tensión sexual me tenía con las pupilas dilatadas y con ganas de comer manzana también. ¿Por qué manzana? No sé, pero me dieron ganas.
Iré por una.
Siempre lo diré, la tensión sexual es mucha veces lo que atrapa de una historia, no que te lo den todo desde el segundo 0 y hasta el final, hecho y masticado.
El tema de la niña es un mal necesario y el amor de Leo por la niña es plástico, quiere ser buen padre, pero no lo es. La consiente demasiado y la cría es una llorona por eso. Pero yo no soy objetiva aquí porque mi idea de cuidar un niño es poner una película de Disney, de las antiguas, esas que yo veía… y así la vemos juntos y hablamos de lo malo que es Scar y que Mufasa no debió morir… y ya me fui, por Dios.
Pero volvamos a la pareja antes de que esto se me vaya de las manos: él la insta a ser infiel por un mes (¡follen de una puta vez, por favor!) Y ella quiere, pero sabe que no puede dejar a su prometido…
Haz que lo entienda. Dile que necesitas un mes para pensarlo. ¿Es mucho pedir? Por amor de Dios, vas a darle el resto de tu vida. ¿Qué es un mísero mes comparado con eso?
¿Pero otra vez infiel? ¡Venga hombre! Después nos vendrán a vender lo muy triste y mal que se siente. Pues debe ser que no mucho, cuando vuelve a repetir o plantearse caer en lo mismo que años atrás. Y por favor, que al hombre este, Leo, le ayuden a encontrar su dignidad y a buscarse a mujeres solteras y no comprometidas.
Pensándolo bien, son tal cual para cual...
Él quiere forzar una relación destructiva, porque no es otra cosa, para ella, él es su verdugo y para él, ella es su femme fatale, pero el sexo entre ellos es genial y aunque se mientan, no pueden tener las manos quietas.
Con respecto a la forma que está escrito, tiene algo propio de esta autora: las emociones de ambos el lector las conoce y no se lleva sorpresas, acá sabemos que él no la buscó porque la ame o que lo haya tenido claro, de hecho, él no sabe el motivo, sólo lo hace.
Es un libro más profundo de lo acostumbrado, donde líos de una noche terminan mal porque el amor no es suficiente. Donde dos personas heridas tienen una hija que no pueden hacer feliz, y que como matrimonio, no funcionaron porque cada uno pensaba en otras personas y sufrían por ellas. Un compromiso sin futuro que no se puede romper porque la culpa es más grande. Un amor frustrado que parece una obsesión insana.
La niña no es más que una salida a dos mentes perturbadas que querían demostrarse que no estaban sufriendo, pero que se doblaban de dolor.
¿A que no se esperaban tal análisis viniendo de mí? ¿Verdad? Es que soy en el fondo una psicóloga frustrada también.
¡JAJAJA! realmente tienes futuro como psicóloga, Nina. De todas formas, basándome en tú profundo análisis, pues ya me dirás tú que tendrán estos dos cuando se les enfrié el calentón. Porque visto tal y como lo expones, solo es sexo, tensión sexual. En el momento que estén más que harto de darle uso a la cama, no tendrían futuro.
El final es lo típico y no me extenderé en que sentí lástima por todos.
El final es que aquí el gran perjudicado es el prometido de la infiel acobarda para hablar pero no para engañar, porque mientras estos siguen revolcándose en el cochinero, el hombre se queda impedido, cornudo, solo y viviendo con su mami. Por no mencionar el cabreo que tengo encima en estos momentos por leer como una autora nos intenta "excusar" esta historia y el comportamiento de sus protagonistas con semejantes argumentos.
El final es que aquí el gran perjudicado es el prometido de la infiel acobarda para hablar pero no para engañar, porque mientras estos siguen revolcándose en el cochinero, el hombre se queda impedido, cornudo, solo y viviendo con su mami. Por no mencionar el cabreo que tengo encima en estos momentos por leer como una autora nos intenta "excusar" esta historia y el comportamiento de sus protagonistas con semejantes argumentos.
Es un libro que no me dejará recuerdos, pero no es malo.
En cambio en mí mesa seguro no permanecerá.
¿Del 1 al 10? ¡¡Jajajajaja no sé!! Pero mi manzana tiene un 9.
Tú manzana Nina, debió confundir el 9 con el humo de la pira que estoy encendiendo ya en el patio de atrás.
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