Sinopsis:
En aquella pequeña isla griega, Milos Kosta era el amo. Pero Rowenna Blake no tenía amo y estaba muy dispuesta a demostrarle a aquel griego engreído, que nunca sería su dueño.
*Aviso de Spoilers
Pocas historias han sido las que me han dado tiempo de releer, pocas, contadas, casi nulas; pero esta es una de ellas. Es de mis historias favoritas, esas que leo y suspiro… y me vuelvo a enamorar.
Con una trama tan sencilla como conmovedora, esta historia cuenta la vida de un hombre, Milos Kosta, que está acostumbrado a obtener todo cuanto quiere y a competir con su primo, ante el cual perdió el amor de una mujer.
En tanto Wenna es una joven que llega a su vida luego de ver como el hombre al que amaba la cambiaba por su hermana.
Ambos corazones rotos se ven obligados a convivir cuando Wenna comienza a trabajar en su casa cuidando a Nana, la abuela de él, que en su fuero interno desea verlos juntos y ejerce presión de manera sutil, aunque ambos se niegan a dejarse vencer por ella.
Sin embargo, Milos cae lentamente bajo el hechizo de la chica, comienzan a salir (para que ella se ambiente) y la relación comienza a ser más de amigos que de amo-empleada.
(..) -Incluso para alguien como usted, hay cosas que se escapan de su control
- ¿Qué cosas?- él se divertía viendo como ella trataba de hacerle descender del pedestal al que él mismo había subido por méritos propios.- Dígame una.
- Por ejemplo…- Wenna lo pensó. No sabía lo increíblemente hermosa que se la veía. (…) De repente, Wenna hizo que su pie salpicara una pizca de agua sobre los inmaculados zapatos del hombre. – Por ejemplo, no se puede controlar al mar, ¿lo ve?...
Milos se apartó unos centímetros, observando perplejo sus zapatos mojados.
- ¿Lo ve?- insistió ella, inexplicablemente feliz por demostrar su teoría.- Y muchas veces, tampoco puede controlar su malhumor. De hecho… Ahora está a punto de enfadarse conmigo.
- Se equivoca. Y en cuanto al mar…- él sonrió otra vez con aquella risa que debía ser nueva en su repertorio de facciones inalterables y de la que desconocía su atractivo.- Deme un par de días y lo tendré bajo control.
Entre ellos hay un juego de gato y ratón que se mantiene toda la novela, no cansa, sino que mantiene la chispa encendida.
La llegada de Andreas, el primo de Milos, hace que todo se acelere, necesario sin duda, porque Milos se muestra celoso ante la actitud de su primo con ella y de la amistad que cultivan. Se muestra irascible e hiriente, pero su actitud es justificada, según creo, porque este ya le quitó una mujer.
- Está bien.- la soltó con brusquedad.- Corra a su cuarto, ángel de Nana. Sueñe cuanto pueda con el idiota de mi primo… Pero mañana, la dura realidad no habrá cambiado para usted. Porque, para usted, señorita Blake, yo soy la dura realidad.
Ante eso, Milos no puede evitar sentirse amenazado y cuando su primo se ausenta cambia su estrategia proponiéndole matrimonio, en términos crueles, despreciables de hecho, y con muchos insultos de por medio.
Cosas del amor.
Matrimonios peores he visto… que se amaban más o decían hacerlo.
Los celos de Milos son aterradores y sus acciones son malvadas, Wenna sufre y llora todo el tiempo, aun cuando ya lo ama, no se lo deja fácil y para él ella es una fuente continua de frustraciones. Sobre todo con lo de su hijo.
Cielos, yo acá estaba con la mente dormida y leía con ansias. Un malentendido crea un abismo en la pareja y una jugada del destino los pone en jaque.
Entonces vi a un hombre enamorado que está dispuesto a dejar marchar a la mujer que ama y quedarse con su hijo para que ella sea feliz, totalmente, sin nada que la ate.
Muy noble, porque criar un hijo de una mujer que, según cree, ama a otro y se fugará con él, es una muestra de verdadero amor.
He de decir que me gusta este tipo de hombres, que, a pesar de ser malos gran parte del libro, aman y se entregan sin reservas. Incluso se muestran vulnerables.
Un buen libro, una de mis autoras favoritas.
Crítica realizada por Nina
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